‘Beatricita’: Esta es la historia de la taquería más antigua de la CDMX
Las taquerías comenzaron a existir formalmente hasta inicios del siglo XX, hace poco más de 100 años y una de las primeras aún continúa su tradición en la Ciudad de México, en esa metrópoli que hoy no concibe sus calles sin una orden de cinco tacos al pastor, suadero, guisado, de canasta y casi cualquier ingrediente que se cuela en su relleno.
Aunque se dice que usualmente las mujeres se dedican a hacer quesadillas y los hombres a hacer tacos, la taquería más antigua de la Ciudad de México lleva el nombre de Beatriz, es un lugar al cual el escritor Carlos Monsiváis llamaba simplemente “Beatricita”:
“Su diminutivo ‘Beatricita’, de golpe y como no queriendo, alaba y vuelve entrañable la técnica ancestral de una señora apreciada por todos, experta en la tarea de los hacedores del milagro cotidiano: que sus condimentaciones sorprendan a diario a su familia (en torno al apetito, la familia somos todos)”, escribe el cronista en Los sabores escondidos de la Ciudad de México.
En la época de la Revolución, en 1887, llegó a la capital Beatriz Muciño Reyes y su hermano Claudio, habían emigrado desde el pueblo de San Mateo Tazcaliatac, Estado de México, como muchas otras personas, en busca de una mejor vida e iniciaron un negocio de quesadillas, enchiladas y tacos en el zaguán de una casa en la calle de República del Salvador.
Aunque la comida callejera extiende sus sabores hasta los antiguos mercados de la época prehispánica, en un artículo, el historiador Jeffrey Pilcher explica que en el siglo XX, durante el gobierno de Porfirio Díaz.
En ese momento la gastronomía de las calles se vio nutrida por las recetas de las personas migrantes que llegaron a la Ciudad de México y formaron parte de las primeras taquerías, destacó la mano de obra femenina, quienes encontraban en la venta de alimentos un sustento.
Las primeras taquerías de la Ciudad de México
Jeffrey Pilcher explica que el gobierno de la Ciudad de México dio un “reconocimiento burocrático al taco” cuando en 1918 expidió licencias con las que integraba a las informales taquerías a la formalidad de restaurantes y fondas. Tacos Beatriz estaba entre estos.
“Mientras que los restaurantes lujosos y exclusivos del Porfiriato se agrupaban de forma compacta a lo largo de la franja que trazaba la elegante calle de San Francisco, entre el Zócalo y la Alameda, los puestos de tacos no discriminaban a nadie y atendían por igual a los elegantes dandies citadinos de la calle de Palma y a los andrajosos pelados de Tepito”, relata Pilcher.
En su artículo “¡Tacos, joven!” Cosmopolitismo proletario y la cocina nacional mexicana, el especialista en gastronomía narra que las taquerías estaban en el llamado “eje del chile”: los barrios populares al sudeste del Zócalo, a los teatros de carpa de Santa María la Redonda y al norte de Bellas Artes.
Beatriz Muciño Reyes tuvo un puesto en la puerta de unas oficinas sobre la calle de Venustiano Carranza, luego se cambió a otro en la calle de Bolívar y, según Pilcher, se estableció en 1907 en la taquería de la calle de Uruguay, durante estuvo por muchos años, hasta 2008.
En las calles del Centro, Tacos Beatriz tuvo otras dos sucursales antiguas: una estaba en la calle de Bolívar y otra en la calle de Isabel la Católica.
Entre sus clientes tenían a políticos, actores, toreros, celebridades y todas las personas que se antojaban de su sazón, se dice que fueron artistas como Cantinflas, María Conesa, Soto, Medel, el chato Rugama, el cuatezón Beristaín, Virginia Fábregas y Agustín Lara. Monsiváis era uno de sus comensales e incluso dejó testimonio de su sazón:
“En mi infancia, cuando era rudimentaria mi fe en las tradiciones, la devoción por los Tacos Beatricita tuvo un lugar eminente en el catálogo de mis esperanzas… basta evocar una orden de tacos de frijoles con queso y mi infancia reaparece intacta”.
¿Qué pasó con Tacos Beatriz?
Beatriz trabajó en su taquería durante alrededor de cuatro décadas, hasta su retiro en 1945, continuó su negocio su sobrino Alejandrino Reyes.
Para 1971, sus descendientes, propietarios del local en Isabel la Católica, abrieron un restaurante en Zona Rosa, en la calle de Londres, con las mismas recetas de la fundadora, el cual está a cargo de la cuarta generación de la familia Reyes Cañas.
Aunque en su menú se han sumado nuevos sabores, siguen los clásicos tacos de guisado, los cuales le han dado fama y saboreó con tanto gusto Monsiváis; también hay de mole, carnitas, chicharrón, barbacoa, pollo, chorizo, nopales y demás antojitos como pancita y cecina.
¿Dónde? Londres 190, Juárez, Cuauhtémoc, 06600 Ciudad de México, CDMX.
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