Rafael Velázquez: Política exterior y presiones externas

En los últimos días, México ha estado en el centro de la discusión de diversos sectores de Estados Unidos. Algunos han criticado el plan B de la reforma electoral porque, desde su perspectiva, disminuye las capacidades operativas del INE y ello afecta los procesos democráticos en México.
Asimismo, algunos funcionarios del vecino país han solicitado que los carteles mexicanos de narcotraficantes sean considerados como grupos terroristas debido al tráfico de fentanilo, el cual ha causado la muerte de más de 100 mil ciudadanos por consumir esa droga.
La situación empeoró el fin de semana pasado cuando fueron secuestrados cuatro estadounidenses en Matamoros. Dos de ellos fueron rescatados, pero los otros dos fueron asesinados. El hecho aumentó las voces que piden la intervención del ejército estadounidense para combatir a los grupos delictivos en México.
Luego de las críticas a la democracia en México, el presidente López Obrador y algunos sectores de la opinión pública exigieron la no intervención en los asuntos internos en el país. Sin embargo, el gobierno mexicano ha firmado instrumentos internacionales para la promoción de la democracia. Por ejemplo, México aceptó la Carta Democrática de la OEA. Por lo tanto, esa organización regional puede hacer observaciones al país en materia democrática sin que ello implique una injerencia. Asimismo, un ciudadano mexicano podría presentar una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos si considera que una ley viola sus derechos políticos. Una resolución de ese órgano sería obligatoria para el gobierno mexicano.
Además, México ha firmado acuerdos de libre comercio en donde implícita o explícitamente se ha comprometido al respeto de la democracia, como el T-MEC o el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Esto no quiere decir que esos acuerdos permitan explícitamente el derecho a intervenir en México, pero sí los faculta a emitir opiniones en torno al tema. Por lo tanto, el exigir que actores externos no opinen sobre la democracia en México podría ser un retroceso a los avances que este país ha tenido en su proceso de apertura democrática.
En cuanto al asunto del narcotráfico, es poco previsible que Estados Unidos decida enviar a sus tropas al territorio de México para combatir a los carteles. Pero de todas maneras seguirán existiendo voces que exijan un mayor involucramiento de la administración Biden en el tema. Es conocido que esos discursos son particularmente útiles cuando hay procesos electorales cercanos en el país vecino. Lo que sí es previsible es que México recibirá mayor presión externa para combatir con mayor efectividad al crimen organizado. El hecho implica que el gobierno de López Obrador acepte colaborar más estrechamente con las agencias estadounidenses encargadas de evitar el tráfico de estupefacientes, especialmente el fentanilo. Asimismo, la administración de AMLO tendrá que modificar la estrategia para tener mayor éxito en su política para contrarrestar el fenómeno y generar escenarios que reflejen un mayor nivel de seguridad en el país.
El asunto del narcotráfico y su consecuente violencia afectan especialmente a los estados fronterizos del norte de México. Es importante que ambos gobiernos -en sus tres niveles- establezcan esquemas de cooperación binacionales para combatir el tráfico de estupefacientes de manera efectiva y reducir los niveles de violencia que se generan en la zona. Esta colaboración no significa necesariamente una cesión de la soberanía de México. Para realmente tener éxito en esta lucha, es necesario “compartir” la soberanía. Solamente así será posible reducir la violencia a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
El autor es profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Es doctor en Estudios Internacionales por la Universidad de Miami. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT y es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Es presidente del Centro de Enseñanza y Análisis sobre la Política Exterior de México (CESPEM).

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Rafael Velázquez: Política exterior y presiones externas