Prioridad, salvar al Metro

Más allá de las implicaciones políticas, sociales y legales que pudiera tener la falta de mantenimiento mayor al Metro de la CDMX, es vital canalizar los recursos presupuestales suficientes para rehabilitarlo totalmente, ya que está en juego la vida de los usuarios.
Desde su inauguración en 1969 hasta el día de hoy, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) cuenta con 12 líneas con una longitud de red de 269.52 km y 195 estaciones (115 subterráneas, 55 superficiales y 25 elevadas).
En la actualidad están fuera de servicio parcialmente las líneas 1 y 12.
Llama la atención que a lo largo de la historia del Metro se han registrado seis percances de gran dimensión en sus instalaciones: el primero de ellos ocurrió el 20 de octubre de 1975 en la estación Viaducto de la Línea 2, dejando 31 muertos y 70 heridos.
El segundo accidente ocurrió el 4 de mayo de 2015 en la estación Oceanía de la Línea 5. El percance dejó un saldo de 12 personas heridas y un muerto.
El tercero sucedió el 10 de marzo de 2020 en la estación Tacubaya de la Línea 1, con un muerto y 41 heridos.
El cuarto accidente fue el 6 de enero de 2021, en las oficinas del Metro ubicadas en la calle de Delicias 67. Murió una persona, hubo 31 lesionados, así como la suspensión de las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6.
El quinto percance ocurrió el 3 de mayo de 2021 en la estación Olivos de la Línea 12 y al momento hay 25 muertos y por lo menos 79 heridos.
El sexto y más reciente percance ocurrió el 7 de enero de este año entre las estaciones Potrero y La Raza de la Línea 3, dejando un muerto y 57 lesionados, cuatro de ellos prensados.
Como se aprecia, desde 1975 hasta 2015, es decir, en 40 años no ocurrió ningún percance fatal, sin embargo, ya en la administración de Claudia Sheinbaum, han sido cuatro accidentes fatales.
Decir que la jefa de Gobierno de la CDMX es culpable por ello, es una verdad a medias, porque desde 1997 se dejó de invertir en mantenimiento mayor y compra de equipos y refacciones.
En las administraciones de gobiernos procedentes de la izquierda, PRD y Morena, con Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y ahora Claudia, se dejó de dar el mantenimiento mayor adecuado al Metro; claro, con su matices, ya que mientras con Ebrard se construyó la Línea 12, con AMLO, Encinas, Mancera y Sheinbaum decreció el presupuesto para el Metro en números reales.
Un sistema de transporte vetusto que mueve en promedio al día a 4 millones de pasajeros, debe tener un presupuesto creciente, en virtud de que a medida que se supera la vida útil y funcional de todo el intrincado sistema que hace posible su operación, requiere más y más recursos, tanto para la rehabilitación, como la adquisición de nuevos equipos, amén de darle la capacitación adecuada a los trabajadores de mantenimiento del Metro.
Hay que decirlo con todas sus letras: los trabajadores del Metro, en especial los encargados del mantenimiento, hacen milagros todos los días para que funcione en condiciones razonables de operación y seguridad, aunque esto último ya no es posible ante la falta de refacciones y equipos nuevos.
Lejos de irse por la fácil al atribuirle los percances a acciones de sabotaje y por ello justificar la presencia de seis mil elementos de la Guardia Nacional, deben canalizar de inmediato las partidas extraordinarias presupuestales para revertir el daño ocasionado, principalmente por el uso y el paso del tiempo.
Ante una austeridad franciscana impulsada por el presidente López Obrador en aras de fondear sus tres obras insignia y los programas de bienestar social con tintes electorales, cercenó a múltiples programas de gobierno y quitó presupuesto a todas las entidades federativas, al tiempo de desaparecer instituciones que apuntaron el desarrollo social de la población, por ello es casi imposible que lleguen los recursos porque no hay, y si los hubiera faltaría la voluntad política.
Por ello, y por darle prioridad a otro tipo de gastos como la revocación de mandato, el juicio a los expresidentes, las marchas en apoyo a AMLO, la propaganda política soterrada para promover la candidatura presidencial de Sheinbaum, amén de impulsar eventos masivos de esparcimiento como los conciertos gratuitos, se dejó de invertir en el Metro y las consecuencias están a la vista.
El argumento que se usa en las mañaneras de que “los anteriores nos dejaron un cochinero”, sí aplica en la capital del país y más en el Metro.

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Prioridad, salvar al Metro